¿Has ido al oculista últimamente? Existe una gran cantidad de patologías en los ojos que si son detectadas a tiempo pueden no llegar a daños mayores y una de ellas en la enfermedad de Coats.
Todo lo que debes saber sobre la enfermedad de Coats
Se trata de una enfermedad que puede aparecer en nuestra retina, generalmente se manifiesta en un solo ojo y se conocen la mayoría de casos entre niños y jóvenes, generalmente varones y sin ningún antecedente familiar de haber sufrido la misma patología.
En el siguiente artículo te explicaremos qué es la enfermedad de Coats y sus consecuencias. Es importante saber que, si los profesionales la detectan a tiempo encontrarán el tratamiento adecuado.
Historia de la enfermedad de Coats
La Enfermedad de Coats se denomina de esta manera porque su descubridor fue un escocés, nacido en la ciudad de Paisley, llamado George Coats. Este oftalmólogo de origen británico fue el primero en describir esta enfermedad retinal que causa una pérdida de la visión progresiva.
Al mismo tiempo, es el primero realizó importantes aportes a la oftalmología veterinaria y es también el descubridor del anillo blanco de Coats, un anillo ubicado en el estroma anterior de la córnea inferior que suele tener menos de 1 milímetro de diámetro y contiene hierro y calcio.
¿Qué es la enfermedad de Coats?
Cuando hablamos de la enfermedad de Coats, nos referimos a una alteración vascular de la retina, es decir, una vasulopatía, mediante la cual aparecen anomalías de dilatación vascular que en la oftalmología se denominan Telangectasias.
Estas Telangectacias presentan una muy permeable pared vascular que permite el paso de líquido desde el interior de los vasos sanguíneos hacia afuera y esto puede provocar desde un edema en la retina hasta un desprendimiento de la misma, en caso de estar muy evolucionada la enfermedad.
Con ese líquido también se escapan complejos macromoleculares compuestos por proteínas y lípidos llamados lipoproteínas que generarán la acumulación de una sustancia de color blanco denominadas exudados retinianos.
Si esta enfermedad avanza puede llegar a causar un importante desprendimiento exudativo de la retina que dará paso a un reflejo de color blanco que se divisa a través de la retina llamado leucocoria, afección que suelen sufrir los niños pequeños y bebés que no tienen cómo comunicar su deficiencia visual.
Los niños son quienes más la pueden sufrir
Los niños varones de entre 6 y 8 años son los más afectados por la Enfermedad de Coats y el mayor cuidado consiste en encontrar el diagnóstico a tiempo, debido a que sus primeras etapas suelen ser asintomáticas.
Al no tener síntomas el niño no manifiesta ninguna problemática, pero al ser estudiado por el oftalmólogo puede presentar en principio anomalías del reflejo pupilar.
Frente a esa anomalía, el médico pedirá realizar una oftalmoscopía, mediante la cual puede revelar telangiectasia rectiniana unilateral y aneurismas de la vasculatoria retiniana, seguida de un desprendimiento de fluidos que generará depósitos subrrectinianos de color amarillo.
En el caso de avanzar esta enfermedad, puede llegar a causar un desprendimiento total de la retina, glaucoma doloroso del ángulo cerrado y leucocoria.
Si bien esta enfermedad no tiene características hereditarias, se cree que se puede originar a raíz de las mutaciones somáticas en el gen de la enfermedad de Norrie-pseudoglicoma.
La característica particular de la enfermedad de Coats es la permeabilidad anormal de las células endoteliales capilares de la retina que son las causales de filtración vascular retiniana.
Síntomas de la enfermedad de Coats
Como te mencionamos anteriormente, los hombres presentan el 90% de los casos de Enfermedad de Coats y como síntomas se puede ver una exudación de color amarillento y rica en colesterol en el polo posterior.
Si el caso evoluciona hacia una intensidad mayor provocará el desprendimiento de la retina, el glaucoma y finalmente, la desorganización de las estructuras intracelulares denominada Ptisis.
Diagnóstico de la enfermedad de Coats
La ya mencionada oftalmoscopía es la herramienta acertada para el diagnóstico, mediante la cual se podrán detectar telangiectasias, desprendimiento exudativo de la retina, exudados blanquecinos subrretinianos y hemorragias.
Un examen oftalmoscópico será el encargado de descartar el cáncer de ojo o retinoblastoma y mediante la historia clínica se debe discriminar la retinopatía de la prematuridad, ya que estos dos casos son causales de leucocoria.
En los casos en los que exista desprendimiento de la retina se realizarán pruebas ecográficas TC y RM, para realizar el diagnóstico diferencial con las formas exofíticas delretinoblastoma.
Tratamiento
La gravedad y el estado de avance de la enfermedad es la que determinará el tratamiento adecuado para los casos de Enfermedad de Coats. En los casos más leves, se podrá seguir las anomalías vasculares periféricas mediante con fotografías del fondo de ojo.
En el caso de que la enfermedad ya haya avanzado hacia la exudación, se podrá realizar un tratamiento con láser para extirpar los vasos dañados y la retina avascular.
Una intervención quirúrgica será necesaria en casos más avanzados con el fin de recolocar la retina o una fotocoagulación con láser sumada a una vitrectomía y eliminación de la membrana vítrea. La terapia adecuada eliminará las afecciones.
En conclusión y teniendo en cuenta que es una enfermedad que afecta a los más pequeños que no pueden manifestar los síntomas de la enfermedad de Coats, las revisiones oftalmológicas constantes y desde la niñez pueden salvar a los niños de una posterior ceguera.